Por Fernanda Noriega
Todos los días, cientos de personas arriban a San Miguel para conocer aquellos rincones que han inspirado a pintores, fotógrafos, arquitectos y demás artistas. Por su parte, la comunidad de personas locales han aprendido a compartir su querido pueblo y a recibir con los brazos abiertos al mundo entero. Alguna vez Chabela Vargas dijo que los mexicanos nacen “en donde les da su gana”, y es algo que se puede aplicar en esta ciudad: Muchos sanmiguelenses nacieron en Madrid, en California o en Londres, algunos tuvieron la fortuna de conocer el mundo más cerca, siendo guanajuatenses o de algún estado aledaño, todos ellos se presentan como locales gracias al encanto que tiene San Miguel: ahora son sanmiguelenses por elección.
Jacob Castillo Arriaga es un joven comunicólogo que viaja constantemente de Guanajuato, su ciudad natal a San Miguel y viceversa, sobre todo en épocas de tradiciones en el Corazón de México, por lo que se le puede encontrar por las calles cuando es la fiesta de San Miguelito, en semana santa. En un día perfecto para él en San Miguel no puede faltar una dosis de costumbres y tradiciones.
Pasar un día en su compañía implica pasear a pie por las calles y detenerse en cada tienda o establecimiento que llama su atención, no le gusta perderse de nada y todos los detalles son importantes para él. Le agrada comer o desayunar, dependiendo de la hora, en el mercado del Ignacio Ramírez y recorrer el mercado en búsqueda de algo interesante, innecesario y que le recuerde al pueblo cuando vuelva a su ciudad.
También es amante de ir por unos tragos en compañía de su pareja o amigos a alguna terraza que se encuentre por ahí.
Su día perfecto, por suerte para él, sucede siempre que visita San Miguel.