¿Hace cuánto tiempo que no visitas Atotonilco? 

Por Saúl Garpe

Uno de los grandes atractivos con los que cuenta nuestra ciudad y que además está incluido en la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad junto con el centro histórico de San Miguel de Allende es el Santuario de Atotonilco, también conocido como la capilla Sixtina de América y no es para menos por su belleza e importancia histórica. Por otro lado, la zona está constantemente activa y más viva que nunca con sus atractivos naturales, hoteles, ranchos y restaurantes, así que dentro de las recomendaciones de esta semana te dejaré varios lugares en la zona que quizá tienes tiempo que no visitas o simplemente no conoces. 

El primer lugar, por supuesto, siempre será para el interior del Santuario de Atotonilco, ya que nunca deja de impresionarnos con sus detalles, por mucho que lo hayas visitado siempre habrá algo que no habías notado, ¿quieres hacer la prueba?

Si vas en fin de semana, aprovecha para recorrer el pequeño mercado de artesanías y comida que se pone en la calle principal, así apoyas el comercio local, a nuestros artesanos y por supuesto a nuestras cocineras que tienen años preparando comida para los cientos de visitantes que llegan cada semana. Ahí mismo podrás encontrar tiendas de dulces típicos y regionales.

Unos metros más adelante, justo dónde comienza la carretera, se encuentra Mamma Mía Campestre, donde no debes dejar pasar la oportunidad de refrescarte con una “Hechicera”, la cerveza artesanal que se prepara ahí mismo, mi favorita es la Pale Ale pero puedes hacer la cata completa y pedir Porter, IPA o Pilsner, solo por mencionarte las variedades más clásicas. Si necesitas más opciones para comer, a un costado podrás encontrar “El Coyote Flaco”, ambos lugares están rodeados de naturaleza; estoy seguro que los disfrutarás.

Una vez que retomes energía y puedas pararte de nuevo, estarás listo para visitar Tierra y Amor, un rancho que entre otras cosas produce miel de mezquite; la entrada está pasando “El Cortijo”, justo sobre la curva. Ahí podrás disfrutar de recorridos guiados dentro de la propiedad que cuenta con un museo dedicado a la miel y las abejas, amplios espacios naturales con flores para favorecer a los polinizadores, una bella exposición de Land Art (arte creado con la misma naturaleza y objetos reciclados) distribuida a los largo del recorrido, cafetería y cabañas por si deseas quedarte una noche en la zona. 

¡Toda una sorpresa!