Por Francisco Peyret
Francisco Peyret (FP): ¿Cómo fue tu primer encuentro con San Miguel?
Magos Herrera (MH): Venía los fines de semana cuando conocí a Ken Basman, un guitarrista extraordinario con quien estuve trabajando durante muchos años. Ken realmente hizo de la escena de San Miguel algo muy especial para mí. Así fue como estuve viajando a San Miguel por años, lanzando y grabando discos, mientras vivía en la Ciudad de México.
FP: Recuerdo aquel tiempo, tú ya tenías una trayectoria y un reconocimiento en México, pero de repente apareciste en la escena musical de Nueva York, ¿cómo sucedió eso?
MH: Hace 16 años que me mudé a Nueva York, aunque mi conexión con México sigue siendo muy fuerte, pero me surgió la necesidad de internacionalizarme. Tenía una carrera muy linda en México, muy afortunada y muy agradecida. Pero tenía mucha curiosidad de seguir creciendo como artista, explorando mi identidad artística, de tocar con diferentes músicos. Tenía mucha curiosidad de presentar mi música en el mundo y de enriquecerme de ello.
FP: Cuéntanos de tu carrera en Nueva York, no debe ser fácil sobrevivir y sobresalir ahí.
MH: Efectivamente, no es fácil. Los primeros años fueron de mucha lucha, muy difíciles, porque de tener una situación cómoda y con una carrera ya hecha en México y demás, repentinamente llegas a un lugar donde no importa nada de esto, o sea, es más bien como abrir y conquistar tu espacio en una comunidad, en una escena muy competida y muy buena, de grandes músicos.
Fue importante entenderlo, para ubicarme y no rendirme ante esa posibilidad, tuve que crecer en las áreas en las que tenía que crecer, estudiar en lo que tenía que estudiar y consecuentemente empezar a producir para crecer en ese proceso. Pero digamos que es muy difícil, es una escena increíblemente difícil, pero también generosa en el sentido de que conforme vas produciendo, vas creando y madurando tu identidad artística y demostrando que hay constancia, perseverancia, entonces la escena se vuelve muy noble.
Nueva York es un lugar donde nunca estás del todo cómodo, lo cual es bueno porque te obliga a crecer.
FP: Y con la pandemia, ¿cómo te fue? ¿Fue difícil para ti?
MH: Durante la pandemia mi esposo y yo decidimos pasarla en México, de hecho en San Miguel pasamos el aislamiento, y como cerraron las fronteras, yo quería estar cerca de mi familia y estar en un espacio un poco más grande, para estar cerca de la naturaleza. Fue difícil en el sentido de que no tuvimos trabajo por un año, no dimos conciertos en vivo, pero al mismo tiempo fue muy productivo, grabé un disco en la distancia con 30 músicos alrededor del mundo e hice conciertos en streaming.
Fue un un remanso interesante de reflexión o de conectar con la naturaleza, de hecho, de ahí surge el disco que estoy presentando.
FP: Eso se siente con tu nuevo tema «Aire». A mí me parece que la pandemia algo nos movió, que estamos viviendo una nueva realidad y que estamos tratando de conectarnos de otra manera con la gente que nos rodea y con la naturaleza. ¿Tú cómo lo estás viviendo?
MH: Totalmente, para mí el aislamiento fue eso, fue una oportunidad de un viaje interno importante y una reconexión con mi ser parte de la naturaleza. Ahora estamos reincorporándonos a un mundo distinto, porque sí creo que es un mundo distinto el que estamos encontrando. Como tú decías de cómo nos comunicamos, cómo nos relacionamos, redescubrirlo, estamos tratando de entender de qué va el nuevo el nuevo mundo y de qué van las nuevas generaciones.
Que también siento que hay mucho que sanarnos a nivel psicológico, emocional. Desde mi perspectiva, o al menos con mi experiencia de la pandemia, estoy tratando de entender desde una postura luminosa. En este sentido este nuevo disco es una oda a la gratitud por detener esta experiencia humana, al mismo tiempo es una oda a todas las cosas que nos dan humanidad y que descubrimos durante la misma pandemia.
También creo que como humanidad fuimos capaces de ser resilientes, creativos, de generar comunidad como pudimos, entonces un poco también de honrar las pérdidas, pero también celebrar ese aspecto que nos hace seres humanos. Nuestra humanidad y celebrarlo juntos. El disco tiene un poco esa intención de caminar hacia adelante pero jubilosos.
FP: Tú tienes algo muy particular porque estás en Nueva York, pero de alguna manera sigues vigente en México. Entonces, ¿cómo cohabitar en esos dos mundos tan distintos entre públicos tan diferentes?
MH: Para mí es importante tener presencia en México porque es mi país y siempre regreso. Emocionalmente, para mí es importante estar conectada con mi país, para mi proceso artístico también lo es, para mi identidad artística y personal.
FP: En términos de repertorio, creo que tu propuesta artística, tu disco, lo que tienes con tu historia, resuena con quien tiene que resonar aunque te enfrentes a públicos distintos. ¡Digamos que llama a quien tiene que llamar!
MH: Creo que en ambos lugares (Nueva York y México) y en los lugares donde me presento en el mundo siempre hay públicos muy generosos. Además en lugares como Nueva York hay muchos artistas, que como yo, tenemos una identidad plural, absorbemos cosas del mundo como un gesto universal que nos permite conectarnos con este.
En la Comunidad de jazz ni se diga, en Nueva York hay muchísimos músicos del mundo entero que de alguna manera llevan su voz a su lenguaje, escuchas claramente un lenguaje universal, escuchas la voz de África o la voz de Asia o la voz no de Argentina, entonces creo que el mundo está preparado para para tener estas conversaciones y el público que me ha seguido en México por tantos años también. Soy muy afortunada y estoy muy agradecida.
FP: Por último, platícanos de tus conciertos.MH: Claro, vamos a hacer dos conciertos el 3 de junio en San Miguel de Allende, en el Teatro Ángela Peralta, como la reinauguración del teatro, lo cual me honra. Y el domingo 4 nos vamos a la Sala Nezahualcóyotl en la Ciudad de México, los dos conciertos son las 7pm y voy a presentar este disco «Aire» en una versión de gira con mi trío: en la guitarra, Vinicius Gomes de Brasil, en el contrabajo Benjamín García de México, y Alex kautz de Brasil en la batería. Además, el cuarteto de cuerdas de México José White, que vienen de Aguascalientes, lo cual me emociona mucho colaborar con un cuarteto de cuerdas mexicano.