Por Carola Rico
Pocas veces asisto a una entrevista tan poco usual. Y es que cuando agendo una cita con la persona que quiero entrevistar, solo trato de cuadrar tiempos y lugar, generalmente necesitamos un espacio tranquilo y silencioso para que yo pueda tomar mis grabaciones y fotografías que reflejen mi reportaje.
Héctor Quiroz es el entrevistado en esta ocasión, quien nos trató maravillosamente desde el minuto uno de nuestra comunicación, estuvo al pendiente del número de personas que asistiríamos a su lugar de trabajo para que no nos faltara nada y quedamos de hablar sobre unos talleres de mixología que él imparte, lo cual se me hizo muy emocionante e interesante, pues siempre había querido conocer de este tema del que no sé nada.
Finalmente llegó el día de la cita y localizamos el lugar dentro de un hotel en la calle San Francisco. En un pequeño cuarto con recepción nos recibió una chica muy amable, pidiéndonos un minuto en lo que avisaba de nuestra llegada. A los segundos regresó indicándonos un camino hacia un cuarto oscuro, cerró la puerta y quedamos completamente oscuros por cinco largos segundos. Posteriormente se abrió otra puerta y llegamos a un diminuto antro y, como si nos transportáramos en el tiempo, parecían las 10 de la noche.
Quiroz, que además es creador de experiencias turísticas del grupo HQM, empresa de San Miguel, nos platicó que trataron de hacer una remembranza de la prohibición de los bares en Estados Unidos, por ahí de los años 20, cuando tenían estas entradas secretas donde la gente tomaba destilados y producía sus propios alcoholes, por lo que había que esconder muchos de sus sabores. A partir de ahí, hubo un boom muy importante de la mixología, no se inventó en esa época pero sí hubo un resurgimiento en el que se crearon cócteles clásicos.
El lugar donde se realiza este taller y experiencia mixológica es una casa vieja del siglo XVIII (1740) y fue construida con muros de 60 a 80 cm que dan un buen aislamiento para incluso poner música sin molestar a nadie.
Según Quiroz, uno de los objetivos de este taller es que no importa la hora, el día o las condiciones climatológicas, la ambientación siempre es la misma; cabe resaltar que este no es un restaurante, ni un bar, sino una experiencia que tiene un inicio y un fin.
Durante la entrevista elaboramos cuatro diferentes cócteles que fueron acompañados por alimentos para degustar las bebidas, hechas por nosotros mismos. Cócteles lo suficientemente fáciles para poderlos replicar y ricos para poderlos degustar.
Quiroz empezó con una breve explicación de los instrumentos necesarios, como vasos especiales para medir las cantidades de los líquidos y utensilios para mover los cócteles, así como las marcas de bebidas y licores.
Esta nueva experiencia de mixología tiene casi un año de realizarse en San Miguel y surgió durante la pandemia, pues buscaban un nuevo atractivo para el regreso a las actividades turísticas. Actualmente hacen uno o dos talleres a la semana, el mínimo para tomar la experiencia son dos personas y el máximo 16. La única condición es que se tiene que hacer reservación y se puede hacer por lo menos 24 horas antes. Puedes contactarlos al teléfono 415 154 9600 o en sus redes sociales (Mixología HQM).
Al lugar han asistido grupos empresariales, parejas y amigos porque esta corta instrucción se vuelve muy divertida. ¡Es un concepto único! Y según Héctor esta idea no se tomó de ningún lado: “Se nos ocurrió hacer y diseñar un taller de mixología para que la gente se divierta con una premisa, que debe de ser: divertida, rápida, fácil y dinámica”. Continuó: Y creo que lo hemos logrado, no hemos tenido una queja, ni un mal sabor de boca o que la hayan pasado mal, todos los que han venido se han divertido”, comentó Quiroz.
Otra de las ventajas de este taller es que no solo es para turistas, sino para locales y también puede ser impartido en inglés. Esta es una propuesta diferente que debes vivir en San Miguel de Allende.