Por Arturo Morales Tirado
El Camino Real de Tierra Adentro, hoy en día tiene una doble significación en Guanajuato, ya que es el único, entre los 32 estados de la República mexicana en contar con dos sitios patrimonio cultural de la humanidad que, a la vez, son parte de una segunda designación de la UNESCO, la de itinerario cultural de la humanidad, otorgaba a el Camino Real de Tierra Adentro en el año de 2010. De esta forma las ciudades de Guanajuato y San Miguel de Allende, junto con otros tres de las diez ciudades sitios patrimonio cultural de la humanidad, en nuestro País (Ciudad de México, Querétaro y Zacatecas), comparten esta doble distinción por parte de la UNESCO.
El Camino Real de Tierra Adentro, fue el primero trazado por europeos durante la dominación española en el actual territorio de México y Estados Unidos; la idea fue vincular a la Ciudad de México con los pueblos mineros que se encontraban tierra adentro a partir de la frontera geográfica, geológica, cultural de la Mesoamérica de valles volcánicos y Áridoamérica con su ecosistema semidesértico de matorral bajo crasicaule.
Justo en esta múltiple frontera, se localiza actualmente la ciudad de San Miguel de Allende; contando al sur y sur este con los volcanes del Palo Huérfano (los Picachos) y la Joya (Támbula), y, hacia el norte, el comienzo de la región geográfica conocida como Los Altos de Guanajuato, de marcada diferencia geología, geográfica y orografía con los valles agrícolas fértiles de las tierras abajeñas de la región de El Bajío (San Juan del Río, Querétaro, Celaya, Salvatierra, Acámbaro, Valle de Santiago, Salamanca, Irapuato , Pénjamo, Zamora, Silao, Romita, León).
Este Camino Real de Tierra Adentro, comenzó su construcción desde los tiempos del primer virrey de la Nueva España: don Antonio de Mendoza y Pacheco (1535-1550), Completando su trayecto final en la ciudad de Santa Fe, Nuevo México, en el año de 1598 (aunque la ciudad formalmente fue nombrada en 1607).
En sus inicios, el Camino Real de Tierra Adentro, fue conocido como la Ruta de la Plata, comenzando frente a la Real Aduana de la Ciudad de México (ciudad refundada en 1521), continuaba por San Juan del Río y Querétaro. (fundados en 1531), San Miguel de Allende (1542 y 1555), Zacatecas (1546) y Guanajuato (1555); pasando, además, por: Comonfort (Chamacuero – 1562), San Felipe (1562), San Luis de La Paz (1552), Palmar de Vega, hoy Pozos (1576) y San Luis Potosí (1592).
Pero justo en estas fechas, ocurrió en la región la llamada guerra Chichimeca, donde cerca de 12 grupos étnicos, rechazaron la incursión de los españoles en busca de las rocas metamórficas asociadas con: el mercurio, la plata y el oro. Mayormente gambusinos aliados con otros grupos indígenas en esta empresa, como: otomíes tlaxcaltecas y zapotecos.
Este evento que duró cerca de medio siglo, oficialmente terminó con la firma de la paz en 1590, precisamente en San Luis de la Paz. De forma gráfica, podemos observar parte de estos momentos en el mapa histórico del camino Camino Real de Tierra Adentro que se encuentra en la Real Academia de Historia de España, donde aparecen, entre otros poblados: Chamacuero, San Miguel, y San Felipe, y, entre otros eventos se describen: el ataque a estancias de ganado, incursión de españoles a caballo y portando armadura, así como, una serie de comunidades, presidios, molinos, y estancias de ganado.
En muchos casos, éste, siguió el trazo de antiguos caminos prehispánicos usados hasta con 2000 años de anterioridad, vinculando las fuentes de recursos naturales como: manantiales, ríos, tierras agrícolas, etc., con las comunidades indígenas re-configuradas con nuevas trazas y edificios impuestos por los conquistadores españoles (presidios, ventas, capillas, ingenios o molinos hidráulicos, batanes, templos parroquiales, etc.)
Este Camino Real de Tierra Adentro con el auge minero en Zacatecas y Guanajuato desde el siglo XVI, se convirtió en uno de los principales caminos usados por los españoles, consta de 2600 km más miles de kilómetros de caminerías aledañas; como ya dijimos, con cinco ciudades sitios patrimonio de la humanidad, agregando 55 sitios inscritos por la UNESCO dentro de este itinerario cultural; cruza por 11 Estados de México y dos de Estados Unidos, va desde la ciudad de México hasta Santa Fe en Nuevo México.
Fue, además, un vínculo económico – social – cultural – religioso, durante más de tres siglos y, desde luego, fue un vínculo entre las culturas de tradición hispánica y las culturas de tradición indígena. Como lo ha marcado la UNESCO, por siglos, ha sido una ruta de comunicación y encuentro de dos versiones de la humanidad en contextos originarios diferentes que al paso de los siglos tomaron su propia personalidad: auténtica, única y excepcional.
Arturo Morales Tirado tiene más de 20 años como operador turístico, es gestor del patrimonio natural y cultural, conferencista y docente universitario.