Por Carmen Rioja
En entrevista exclusiva para nuestros medios, el experto Consultor en Servicios Legales y fundador de INMTEC, empresa líder en el país, nos habla sobre los retos en la actualidad para México y Estados Unidos.
C.R: Cuéntanos, por favor, además de las tres ramas principales de INMTEC, Agro, Energía y Servicios Legales, ¿qué otro pilar podemos conocer?
A.M: También estamos en publicaciones en donde buscamos cómo compartir buena información. Algunas veces somos columnistas en aportación y estamos trabajando también hoy día en revistas como México Today and Expat Internacional News que van de la mano con México News Daily, Atención San Miguel, Atención Bajío y City.
C.R: Recientemente vimos el apoyo de INMTEC en un evento para Feed the Hungry en San Miguel de Allende, ¿cómo lograron tanto éxito? ¿Desde cuándo se dedican a apoyar a la comunidad?
Existe la Fundación INMTEC, que empezamos mi esposa y yo hace 18 años. Uno de los temas que fue muy visible para mí en México fue la distinción entre riqueza brutal con tala de árboles para más campos de golf y la pobreza, fue cuando empecé a darme cuenta que para ir a los desarrollos que estábamos apoyando jurídicamente, tenía que pasar por pueblos pesqueros donde ya no pescaban o zonas de agricultura donde ya no sembraban, ¡mucho menos cosechaban! La comunidad se había convertido en camaristas, amas de llaves y sus hijos en lavatrastes o meseros. Comunidades de servicios para los ricos que estaban perdiendo el lazo con su cultura, nuestra cultura mexicana. Cuando me di cuenta fue como un cubetazo de agua fría: Oye, ¿y qué estoy haciendo? Y una visión pragmática mía era, cómo puedo ser parte de la solución. Pero para ser parte de la solución no sabía que tenía que entender el fondo del problema. Y no eran las casas caras, ni los campos de golf, sino el desplazamiento sin recursos y sin oportunidad —de nuevo la palabra oportunidad—. Entonces empezamos con todo. Aquí, un equipo de béisbol para las señoras, otro de fútbol para los veteranos, uno para los niños, una campana para la iglesia. Sí, sí, sí. Así fue la evolución, empezamos a darnos cuenta de que comunidad y autoestima eran muy importantes. Y sí había otros factores: la malnutrición, la falta de oportunidades, las cisternas vacías. Empecé a darme cuenta de algo que llamó la tela social rota aquí en México. Encontramos hasta techos de escuelas de cemento sin cemento que se podían caer en cualquier momento. Entonces, primero comenzamos a trabajar en las instalaciones de kínder, construimos instalaciones dignas. Hemos construido varias primarias, secundarias y preparatorias con entrega directamente a la SEP (Secretaría de Educación Pública). Tomando en cuenta la nutrición, iniciamos un programa donde los de kínder empezaban a sembrar semillas en vasitos, luego se lo pasaban a los de la primaria que iban al campo a nuestros ranchos agriculturales y los sembraban, los de la secundaria lo estaban cuidando y los de la prepa cosechaban con una visión biodinámica y con nuestro apoyo organizaron mercados orgánicos para aprender el valor del trabajo y ver lo tangible. Además podían llevar a su casa todas las hortalizas y empezamos a ver cambios en la nutrición y en la oportunidad. Entre computer science centers y programas como estos, terminamos trabajando con la tercera edad que tenían experiencia en el campo y los juntamos con los niños —que ya tenían un poco de experiencia— y ahora tenían un enlace. ¡El resultado fue un programa de mentores!
C.R: ¿En qué lugares han realizado estas labores? ¿Y qué fue lo más preocupante?
A.M: En escuelas de los estados de Nayarit, Guerrero, Jalisco, Oaxaca. Empezamos en áreas turísticas y hemos avanzado a áreas de mayor necesidad. Y este tema de autoestima comienza con los niños que no tenían autoestima, que no tenían orgullo de su pueblo, que no conocían su pueblo, ni la historia. Si vamos a analizarlo a nivel México- Estados Unidos, nos hemos ido de la mano, con todos los beneficios de la clase media, pero también con sus malestares. Algo que ahora tenemos que viene de los Estados Unidos son hijos de niñera digital (digital leash kids). Cuando crece la clase media, mamá se va a trabajar, papá se va a trabajar y se queda el niño solo en la casa. Ok, en los ochentas, pues había seis canales en la televisión. Hoy en día ¿quién cuida a los niños en México? La tablet, televisión satelital o un celular. Es decir que ahora en casas humildes hasta de construcción digamos gris, todos usan su TV o tablet. Un desconecte total. Es decir, todo lo que está limitando al niño o que le está quitando sus oportunidades y peor si lo juntas con la economía, digamos a que es más barato dar coca cola a su bebé que leche y que ya no existe la milpa. Y curiosamente así fue mi sintaxis de decir, ok, aquí hay una tela social que está rota. Y claro, no podemos entrar a las casas, pero por qué no vamos a Oaxaca y recuperamos accesos públicos a las playas pero que sean dignos para que puedan entrar a la playa desde la comunidad. Y por qué no hacemos un mini malecón con murales de la historia del pueblo: Esto es lo que eran hace 100 años y aquí están el día de hoy. Y qué pasó, empezamos a ver que dejaban de aventar sus bolsas vacías de papitas a la calle. Entonces empezamos programas como Ciruelo limpio, Mochitlán Limpio, Quechultenango Limpio, Los Altos de Jalisco limpio, etc. involucrando a la comunidad. Y se empezaron a ver cambios: en plantación y reforestación de las calles principales, los niños cuidando sus áreas, ya no dejaban basura, les aumentó su autoestima y en consecuencia su calificación en la escuela mejoró. ¡Ya tenían ganas de ir a la escuela! La fundación apoya un programa de becas y ya hemos mandado cientos de niños a la universidad.
(Continuará)