Casa San José
Por Fernanda Noriega
En la esquina de las calles nuñez y mesones, se encuentra una de las casas más espectaculares de la ciudad, o quizá la Casa San José encabeza la lista de ellas.
Por fuera, se aprecia el inmueble de gran longitud, sin embargo no se compara con el interior de la casa: uno nunca sabe lo que se puede encontrar detrás de una típica e inocente puerta de madera en San Miguel.
La propietaria, Stacey Kleinsmith compartió que hace unos días Netflix estrenó un documental sobre su casa, como una de las propiedades más impactantes de la ciudad.
El inmueble, que fue “reconstruido” por el arquitecto Alan Wilkinson con la intención de procurarla en óptimas condiciones, mantiene vestigios de épocas anteriores e incluso el material original como la cantera fue reutilizado, por lo que aunque no tiene más de una década y media, se puede decir que cada piedra que sostiene a la casa tiene una historia qué contar.
Pasando el recibidor, se observa una fuente de piedra en el centro del patio lleno de vegetación, y alrededor del cuál se encuentran cuatto habitaciones: La colorada o máster suite, la verde, la naranja y la siena, cada una con baño propio y chimenea de gas.
Jorge Martínez, encargado del equipo de personal de la Casa San José desde hace más de 13 años, comparte que cada habitación fue nombrada con un color debido al terminado que tiene cada una, ya que la pintura es una mezcla de cal, agua y baba de maguey, método tradicional en San Miguel.
Durante el recorrido entre las habitaciones, la sala de estar, el cuarto de juegos y el de televisión, llegamos a la cocina en donde, emocionado, Jorge abrió una portezuela al nivel del suelo: la casa conserva un tunel de la época de la Revolución Mexicana; y aunque el propietario anterior bloqueó el paso, lo remodeló para mantener el vestigio y con él, la historia que guarda la casa.
Al continuar, Martínez nos mostró la alberca, el sauna y el comedor exterior con que cuenta la casa, en donde se han llevado a cabo bodas y eventos especiales de algunos huéspedes y personalidades destacadas.
En la segunda planta, se encuentran las habitaciones Cielo y Sol, además de otra terraza ideal para una tarde de lectura o bien, una reunión a la luz de la luna con amigos y familiares.
La casa abre sus puertas regularmente para llevar a cabo bodas, cumpleaños o eventos familiares de los huéspedes que buscan un lugar tranquilo, colonial y privado.