Por Rodrigo Díaz Guerrero
El Café de la Mancha, desde el nombre, nos remite a dos cosas: la inevitable mancha que deja una buena taza de café —vestigio del ensimismamiento al que obliga esta bebida centenaria— y aquel lugar de cuyo nombre no quiere acordarse el más famoso personaje de Cervantes. Y es que Christian Zaíd (actor de profesión) y Paloma Montes (amante de las letras), bautizaron así a este proyecto suyo que pronto cumplirá su primera década de funcionamiento. Y se auguran muchos más, porque El Café de La Mancha en verdad reúne todos los elementos del espacio al que uno siempre imagina llegar para beber con calma esta negra bebida: pequeño, acogedor, con los mejor granos, buena música, un servicio atento y a donde suele reunirse la gente local, extranjeros o no, que viven a la redonda y donde suelen encontrarse por la mañana para tropezar con una charla interesante o divertida.
El Café de La Mancha es una barra de especialidad, lo que no quiere decir solamente que tienen sistemas de extracción, como suele pensarse, sino que, como Christian nos platica, hay un cuidado especial en el grano: “Una barra de especialidad es el lugar donde baristas preparan bebidas, pero a diferencia de una cafetería convencional, nosotros mantenemos viva la cadena de producción del grano de café, es decir, tratamos de cuidar los procesos del grano que le dan los productores desde que siembran la semilla, la secan, la seleccionan, la fermentan etc. Como baristas tenemos la responsabilidad de respetar los perfiles de sabor que el productor y el maestro tostador han trabajado con mucho esfuerzo. En pocas palabras transmitir la información de un café procesado con cuidado y con estándares de calidad altos (por eso el nombre de café de especialidad) a nuestros clientes en cada sorbo que dan a su café”.
En esta joya de la colonia Guadalupe se venden cafés de las principales zonas cafetaleras de México —Chiapas, Veracruz, Nayarit o Guerrero—, pero principalmente un grano base del estado de Oaxaca, con quien mantienen una comunicación directa con su productora, quien también es una excelente tostadora, lo que agradecemos sobremanera quienes somos sus clientes. No por nada Christian ganó el primer lugar en la competencia World aeropress Championship región Bajío y entre los 10 primeros a nivel nacional de entre más de cien competidores en noviembre de 2021, lo que resulta un reconocimiento innegable de su pasión por el café. Pero aún hay más: el lugar está cuidadosamente decorado con el talento de Erick Mota, y la música —sé que ya lo dije—, en el lugar puede sonar bien un grunge noventero, hasta un jazz bebop o un buen rock progresivo.
Recientemente, por ejemplo, fui a desayunar ahí, en el espacio que acaban de adaptar para desayunar un buen sándwich o waffles con huevo y tocino; y Christian me dijo “puedes poner a sonar el vinilo que gustes”, de una colección y en la consola regalo de los mismos clientes. Además, para cerrar la experiencia con broche de oro, hay una selección de deliciosos postres ¡hechos por las manos de Paloma!
Quien no haya ido al Café de La Mancha, se ha perdido de un lugar que es ícono indiscutible de la vida cotidiana de San Miguel, un lugar al que personas como su servidor, celebran cuando se es entusiasta de esta bebida que es cultura e historia.
El Café de la Mancha se encuentra en la calle Julián Carrillo 5-B, con un horario de lunes a sábado de 8:30am a 5pm.