Por Paola Velasco
La solidaridad es una virtud porque a través de ella nos unimos a otras personas, compartiendo sus intereses, inquietudes y necesidades, sin necesariamente tener un lazo afectivo que nos una. Se basa en el respeto y la empatía que nos permite comprender que el otro necesita de nuestra colaboración o apoyo.
Las acciones solidarias son aquellas que realizamos en beneficio de nuestro prójimo sin una aparente recompensa. Estos actos son genuinos, nacen de la voluntad de dar como una corresponsabilidad con nuestros hermanos y comunidad.
Pero ¿cómo podemos ser más solidarios y llevar esta práctica a nuestras vidas? Aquí te comparto algunos ejemplos de cómo participar activamente en la comunidad donde vivimos:
- Practica el voluntariado: es una buena manera de compartir tus talentos, tus conocimientos y tu tiempo.
- Dona lo que ya no uses en casa y está en buen estado (ropa, muebles, etc.).
- Educa a tus hijos en la solidaridad. Sé un ejemplo para las personas que te rodean, principalmente en los miembros de tu familia.
- Participa en programas y acciones para el mejoramiento de tu ciudad, limpieza de la presa o campañas de reforestación. ¡Todo suma!
- Apoya a las personas en hospitales, asilos u orfanatos. Ofrece compañía y da afecto.
Ser solidario es mantener una actitud atenta en tu día a día. Las acciones solidarias pueden realizarse en cualquier lugar y en cualquier momento, no necesitas irte lejos a un lugar solitario.
En San Miguel de Allende tenemos muchos espacios para las acciones solidarias, y si por algo se distingue la comunidad extranjera que radica aquí es por su participación en Asociaciones Civiles, Fundaciones, y ONGs; son un ejemplo de solidaridad para muchas causas. Estas acciones fortalecen los vínculos de una comunidad y buscan el bienestar de los otros.
Y tú ¿qué acciones solidarias prácticas? Escríbeme: perfilsma@gmail.com
Referencias: www. onu.org