Por Carola Rico
A causa del confinamiento por la pandemia, los estudiantes universitarios se vieron afectados en su salud emocional, especialmente aquellos que contaban con dificultades económicas por la disminución de ingresos en el hogar y/o por el desempleo en la familia, lo que provocó distracción académica, depresión y ansiedad entre los jóvenes.
El Rector de la Universidad Tecnológica de San Miguel (UTSMA), Daniel Jiménez Rodríguez, habló para el periódico Atención sobre la reapertura de los espacios escolares y de la situación económica de los estudiantes.
Para Jiménez, la pandemia fue una situación inimaginable pero a la vez muy interesante porque sacó el lado creativo de las personas, no sólo de los estudiantes y académicos de la UTSMA, sino del mundo.
El rector detalló que esta universidad no estaba preparada para atender de manera virtual al 100 por ciento de la matrícula, porque no se contaba con el conocimiento, ni las herramientas necesarias para hacer frente a otro modo de enseñanza. A pesar de ello, el personal docente y el alumnado encontraron la manera de salir adelante a través de plataformas gratuitas.
En la opinión de Jiménez, la situación económica fue un detonante para la mayoría de los alumnos de la UTSMA, ya que un 80 por ciento de la matrícula de esta escuela proviene de comunidades rurales de la zona noreste del estado, en donde no llega el internet y no todos los jóvenes cuentan con una computadora o un teléfono inteligente para poder trabajar. De igual forma, algunos de los estudiantes tuvieron que dejar la escuela para apoyar en la economía de sus familias debido al desempleo. La escuela dejó de ser una prioridad para atender las necesidades más básicas.
Jiménez agregó que para los jóvenes que permanecieron en la universidad los estudios por medio de plataformas se volvieron tediosos y a veces insoportables. Asimismo, reiteró que fue todo un reto para alumnos y maestros porque tuvieron que redoblar esfuerzos y reforzar los liderazgos para mantener la motivación; sin embargo, no todos los estudiantes soportaron el ritmo de trabajo así que abandonaron la escuela. El resultado fue una deserción atípica que perdió, en 2021, 300 estudiantes.
Sobre las becas internas que otorga la UTSMA, el rector explicó que se apoya al 10 por ciento de la matrícula, sin importar la carrera. La UTSMA ofrece más carreras que ninguna otra universidad de San Miguel de Allende, cuenta con 13 profesiones y destacan las de gastronomía, turismo, terapia física, área de rehabilitación y terapia, salud, bienestar, administración, ingeniería mecatrónica e ingeniería en agricultura sustentable y protegida.
Jiménez informó sobre una nueva carrera —técnico superior en agricultura, especializado en el área de vitivinicultura— de la UTSMA que iniciará el próximo septiembre, por lo que se está trabajando con la Secretaría de Desarrollo Económico, Secretaría de Turismo, Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural, y Secretaría de Educación para generar convenios que beneficien a ambas partes.
Por último, Jiménez detalló que buscan unir esfuerzos para tener un equipamiento adecuado, así como espacios dignos y profesores mejor capacitados, por ello se están diseñando los laboratorios de enología, de almacenamiento, de maridaje, una cava y se está proyectando tener un vino de la marca UTSMA.