Por Francisco Peyret
En la historia reciente de San Miguel de Allende, esta pequeña joya colonial de México ha recibido varios reconocimientos, empezando por su nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO (2008) y, últimamente, año tras año ha sido destacada por la revista Travel + Leisure y Condé Nast como mejor ciudad en distintas modalidades. Con un turismo en crecimiento, San Miguel se ha convertido en un destino para vivir; además de recibir expatriados, en estos momentos estamos viviendo una ciudad que cobija a jóvenes artistas y emprendedores con sus familias, nómadas digitales e inversionistas destacados a nivel global.
Estas tendencias se están consolidando gracias a que San Miguel se encuentra rodeada de ciudades industriales en apogeo, todas a menos de una hora y media de distancia vía terrestre, provenientes de tres estados (Querétaro, San Luis Potosí y Guanajuato), además de los visitantes que llegan desde la Ciudad de México, a lo que le tenemos que añadir la creciente conectividad que los aeropuertos del Bajío y Querétaro, que a su vez están ampliando sus frecuencias y destinos. Ya es muy visible que durante estos últimos años han llegado inversiones enfocadas a captar visitantes y nuevos residentes de altos niveles económicos con productos turísticos muy sofisticados como lo son, por dar un par de ejemplos, los desarrollos vinícolas y ecuestres.
Durante décadas, la forma de hacer negocios fue muy espontánea e independiente; con capitales modestos y mucha creatividad, los inversionistas, locales, foráneos y extranjeros forjaron un estilo único que le dieron a San Miguel, como destino turístico, un toque muy particular en la órbita del turismo nacional. Por otra parte, las escuelas de arte, la cultura y la fuerza de las tradiciones sanmiguelenses nos catapultaron como un destino de calibre global.
Para entender mejor cómo se están haciendo actualmente algunos negocios en San Miguel de Allende, platicamos con Ulises Reyes, Manager del Hotel Numu-Hyatt, quien muy amablemente nos dio un tour por el hotel que abrirá sus puertas este 24 de enero de 2023. El proyecto tiene una inversión de 450 millones de pesos y está proyectado para generar alrededor de unos 150 empleos. Numu aún cuando pertenece a la cadena Hyatt, es de una línea de esta marca de hoteles independientes dirigido a viajeros de nivel económico muy alto.
Para desarrollar el proyecto contrataron al despacho Artigas Arquitectos que cuenta con una historia que comienza en 1939, actualmente la firma tiene más de 2,500 proyectos construidos en 87 ciudades de América y Europa, con experiencias desarrollando proyectos en áreas diversas: fraccionamientos, centros comerciales, hoteles y corporativos, entre otros. Evidentemente, el diseño de todos los espacios está muy bien resuelto para que los huéspedes se sientan en el mejor de los mundos: 44 habitaciones, dos restaurantes, un bar, gimnasio y spa. Ulises nos mostró todos los detalles que tienen cada uno de los espacios del hotel (jardinería, muebles de diseño, arte, iluminación, amenidades, accesorios), pero lo más particular del concepto es que cuenta con un Lobby Dog, llamado Pancho, quien será el encargado de recibir a todos los visitantes; esta mascota habita en el hotel y fue entrenado para desempeñar su trabajo como miembro del equipo.
Finalmente, Ulises nos llevó a la terraza donde se encuentra la alberca y un restaurante bar, desde ahí podrás disfrutar una vista única de 360 grados de la ciudad. Numu se encuentra ubicado en la calle de Nemesio Díez; vale la pena conocerlo. Los centros de consumo estarán abiertos a todo público que guste de vivir este tipo de vivencias.
En lo personal es muy interesante y para reflexionar, descubrir cómo están llegando inversiones globales que tienen negocios en los lugares más especiales del planeta pensando en ofrecer la mejor de las experiencias, por ahora, más que nunca, desde mi punto de vista es indispensable cuidar a ese San Miguel que se forjó de forma natural, espontánea, casi artesanal, donde su esencia la encuentras gracias a la fuerza de sus tradiciones y comunidad. Es ahí donde inversionistas, emprendedores y familias están encontrando el corazón del destino.