Por Rosario Ruiz
Cuetzalan del Progreso es un hermoso pueblo mágico ubicado en la sierra de Puebla, a 183 km al noreste de la capital. Gracias a su clima húmedo y las lluvias a lo largo del año, es el lugar perfecto para la siembra del café. Su tranquilidad, belleza arquitectónica, oferta gastronómica, sus raíces indígenas y la vegetación lo convierten en un sitio ideal para vacacionar.
Debo ser honesta, llegar desde San Miguel a Cuetzalan no es una tarea fácil, son 527 km de distancia y lo más recomendable es hacer unas cuantas paradas antes de llegar, pero créeme que vale la pena hacer el viaje, sobre todo si te gusta la aventura y conocer los tesoros escondidos de México.
Para llegar, primero hay que tomar la autopista 57D con dirección a la Ciudad de México —ahí puedes hacer tu primera parada o seguirte de largo, sin pasar por la ciudad—, después hay que tomar la desviación a Puebla, —que también podría ser la excusa perfecta para quedarse una noche y conocer la capital poblana y su deliciosa gastronomía—, lo que sigue es subir al noreste unos 180 km y pasar por distintos poblados, como Zaragoza y Zacapoaxtla, que también vale la pena conocer.
Desde que sales de Puebla y te adentras por los caminos serranos ves cómo va cambiando el paisaje boscoso por uno tropical; es una vegetación hermosa que no tenemos por estos lares, pues te encuentras con grandes helechos colgando de los árboles, papayas silvestres enormes, platanales y cafetales que crecen por todas partes.
Cuando finalmente llegas al pueblo de Cuetzalan, te enamoras al instante por la magia que desprende. Las calles son pequeñas, con subidas y bajadas que recuerdan a Guanajuato, Taxco, e incluso Toledo y las pequeñas ciudades europeas. Las casitas están pintadas de blanco con rojo y sus techos son de tejas; es un auténtico pueblito mexicano.
En Cuetzalan se habla náhuatl, así que verás muchos anuncios escritos en esta lengua y escucharás a los habitantes hablarla. Verás también a mujeres vestidas con bellas blusas bordadas a mano vendiendo su arte por las calles.
Para comer, cualquier negocio es una buena opción, siempre y cuando quieras probar antojitos mexicanos, como tamalitos de frijol, molotitos de pollo, tlayoyos, pipián y sopa de hongo; pero también puedes encontrar otras opciones como comida italiana o asiática. Algo que no te puedes perder es el pan dulce acompañado de una taza de café de olla en la plaza principal por la mañana. ¡Uffff!
Hospédate en Tosepan Kali, un bello hostal construido con bambú y otros materiales ecológicos. Ya me agradecerás cuando al despertar lo primero que veas sea la naturaleza. Otra opción es Totalmanik, que también son cabañitas muy hermosas.
Lo que no te puedes perder es el Jardín Botánico Xoxoctic, en donde encontrarás la mayor reserva de orquídeas del país (¡más de 152 tipos diferentes!), plantas endémicas y un apiario de abejas meliponas. Otro lugar hermoso es la poza “Pata de perro”, en donde podrás echarte un chapuzón en las aguas cristalinas de este lugar. También tienes que visitar la cascada El Salto para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Tanto la comida, como el hospedaje y las atracciones naturales son muy económicas, así que ya sabes, para tus próximas vacaciones visita Cuetzalan y déjate seducir por las angostas calles del pueblo, convive con su gente amable y disfruta de este hermoso lugar en la sierra poblana.